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sábado, 2 de octubre de 2021

MITOLOGIA UNIVERSAL: INTRODUCCION A LA MITOLOGIA NORDICA

Los mitos nórdicos tratan de conflictos entre dioses y gigantes, entre el caos y el orden. Aunque las pruebas de estos mitos son fragmentarias, la influencia de su mitología en el habla inglesa es de gran alcance y no puede negarse la enorme herencia que ha dejado a los angloparlantes. En inglés hay días de la semana cuyo nombre procede aún de dioses nórdicos; Tuesday (martes) es tyr´s day; Wednesday (miércoles) es Woden/Odin´s day; Thursday (jueves) es Thor´s day y Friday (viernes) es Frigg´s day. Con la decadencia del Imperio Romano las tribus germánicas presionaron desde el este del Rin pasando a tierras antes defendida por los romanos. Eran pueblos germánicos los que hablaban lenguas germánicas, a diferencia de las célticas, eslavas o latinas. Entre los siglos IV y VI d.C. se produjeron en Europa continuos movimientos de población. Algunos dialectos germánicos desaparecieron, mientras que otros se desarrollaron hasta convertirse finamente en alemán, el holandés, el flamenco, el inglés, el danés, el sueco, el noruego y el islandés actuales. El pueblo germánico aportó a estas regiones no sólo su lengua, sino también sus mitos, religión y creencias. La relativamente temprana conversión al cristianismo de la Europa continental y de Inglaterra hizo que subsistieran pocas pruebas de estas creencias, de modo que para establecer un panorama de los mitos germánicos tenemos que fijarnos en Suecia, Dinamarca, Noruega, y especialmente en Islandia donde el cristianismo se introdujo mucho más tarde, sin llegar a ser dominante hasta el siglo XI. 

Las únicas obras escritas con las que contamos actualmente proceden de observadores externos como el historiador romano Tácito, ya que el pueblo germánico carecía de escritura. Su alfabeto rúnico, de significado místico, estaba formado por inscripciones labradas de cierta extensión. Las fuentes escritas de su mitología más importantes datan aproximadamente del siglo XIII; sus autores eran ya cristianos y procedían de Islandia, donde más se prolongó el interés por los antiguos dioses. Hacia el año 1220 Snorri Sturluson, brillante estudioso islandés e importante terrateniente, que era un personaje político relevante de religión cristiana, escribió un libro sobre los dioses y mitos infieles a fin de que a los poetas del futuro no los perdieran para siempre. Es de al Edda, la obra de Snorri, de donde procede el panorama más completo de la mitología nórdica también escrita en la Islandia del siglo XIII, aunque probablemente sea anterior: una recopilación llamada la Edda poética. Disponemos además de muestras fragmentarias de sagas islandesas y de pruebas arqueológicas, como los hallazgos de los magníficos barcos funerarios excavados en Oseberg y Sutton Hoo.


EL ENTORNO

Los pueblos nórdicos creían que la vida había tenido su inicio con la fusión del hielo y el fuego; creían también que cuando llegara el Ragnarok, el fin del mundo, las llamas alcanzarían el cielo y la tierra hundiría en las aguas. La destrucción por el fuego y el agua debió de ser una imagen familiar de los poetas que ponían por escrito los mitos en la volcánica Islandia, y su visión del vapor y las llamas levantándose hacia los cielos bien puedo haberse inspirado en las erupciones a lo largo de los siglos guardan gran parecido con la secuencia de acontecimientos de Ragnarok: montañas sacudidas por terremotos, el sol oscurecido por nubes de humo y cenizas seguidas de llamas, humo y vapor que llenaban los cielos y fundían el hielo provocando graves inundaciones junto a ríos de lava hirviente. El gran invierno y el oscurecimiento del sol durante tres años carentes de verano eran fenómenos por los que los pueblos del norte, con sus inviernos lagos y oscuros, tenían razones para temer. Concretamente Islandia conoció veranos sin oscuridad e inviernos sin luz. De todos modos esta visión apocalíptica tiene también mucho en común con el concepto del fin del mundo de otras culturas. 


COSTUMBRE RELIGIOSAS

La adoración a los dioses del norte se realizaba de muy diversos modos. En el magnífico templo de Upsala, en Suecia, donde se celebraban sacrificios, algunos de ellos al parecer humanos, había grandes estatus de Thor, Odín y Freyr. En otros templos menos espléndidos los sacerdotes sacrificarían animales, en espacial a Thor y Freyr. El pueblo tenías además devociones menos espectaculares: se ofrecían sacrificios y arboledas, peñas y rocas donde se suponía que residían los dioses patronales. Lo más probable es que este tipo de ofrendas fueran de alimentos. Para tales ricos también se levantaban el aire sencillos altares de piedras amontonadas. Los templos construidos con un advocación especial podían ser muy sencillos; incluso se escogían parajes naturales sagrados, como Helgafell ("montaña sagrada") en el oeste de Islandia. Thorolf Mostur-Beard, devoto de Thor, adjudicó a esta montaña una condición tan sagrada que nadie podía mirarla sin haberse purificado y en ella no podía herirse a ninguna criatura viviente. Este mismo Thorolf siguió también la extendida costumbre de lanzar por la borda los pilares de troncos de su alto asiento al acercarse su barco a Islandia consagró el lugar escogido por Thor haciéndolo tan sagrado que nadie podía mancillarlo vertiendo en él sangre o excrementos.