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domingo, 28 de octubre de 2012

EL UNIVERSO: URANO


Urano es el séptimo planeta desde el Sol y el tercero de los cuatro gigantes gaseosos. Su núcleo rocoso está envuelto en un manto de gases y hielo alrededor del cual hay una atmósfera de metano que es la que confiere su típico color verde azulado. Urano se halla en los fríos límites exteriores del Sistema Solar, y su velo de nubes tiene una temperatura de -210 ºC. Aunque tiene 15 satélites y un sistema de anillos, en Urano casi no hay formaciones atmosféricas. Lo único que registró la sonda espacial Voyager 2 durante su visita fue la presencia de unas cuantas nubes de metano.


UN PLANETA LADEADO
 
El eje de rotación de Urano tiene una inclinación de 98º respecto a la perpendicular a su plano orbital, de modo que, a diferencia de los demás planetas, gira "ladeado". La acusada inclinación de Urano tiene como consecuencia que, durante cada período de revolución de 84 años terrestres, los polos del planeta tengan 42 de insolación continúa y otros 42 de completa oscuridad. Con todo, Urano se halla tan lejos del Sol que la diferencia de temperatura en los polos entre verano e invierno es de sólo 2º.



LOS ANILLOS DE URANO
 
Los anillos de Urano son dificilmente visibles, ya que están hechos de uno de los materiales más oscuros de todo el Sistema Solar. Se descubrieron desde la Tierra en 1977, cuando eclipsaron la luz procedente de una estrella. En 1986, la Voyager 2 observó de cerca el sistema compuesto por 11 estrechos anillos formados por rocas de hasta un metro de diámetro. El anillo Épsilon tiene un grosor variable de entre 20 y 100 km.


LOS SATÉLITES DE URANO
 
De Urano se conocen 15 satélites, todos ellos formados por una mezcla oscura de roca y hielo. Los cuatro mayores (Oberón, Titania, Umbriel y Ariel) están sembrados de cráteres, Miranda, el quinto en tamaño, presenta una extraodinaria variedad de accidentes, desde antiguas llanuras sembradas de cráteres hasta acantilados escarpados y zonas surcadas por profundos cañones. Los astrónomos creen que Miranda pudo ser víctima de una enorme colisión que lo fragmentó. Posteriormente se volvió a agregar, creándose un nuevo objeto con una superficie muy accidentada.