AÑO: 1998
DURACIÓN: 106 Min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Stephen Sommers
GUIÓN: Stephen Sommers
MÚSICA: Jerry Goldsmith
FOTOGRAFÍA: Howard Atherton
REPARTO: Treat Williams, Famke Janssen, Wes Studi, Kevin J. O´Connor, Anthony Heald
PRODUCTORA: Buenavista
SINOPSIS
En el Mar de China, un trasatlántico de lujo ha sido atacado por misteriosos monstruos marinos que han devorado a la mayor parte de la tripulación y los pasajeros. Unos mercenarios que abordan el barco para atracarlo tendrán que enfrentarse a las feroces criaturas junto a los pocos supervivientes que encuentran.
COMENTARIO
En 1998 se estrenó una de las mejores películas de serie b, con envoltorio de lujo y un guión plasmado de irregularidades, profundizando en un cínico sentido del humor que la convierte en un grato y ameno entretenimiento con la que pasar casi dos hora de pura diversión.
Su creador, director, guionista y productor, Stephen Sommers se ha convertido con el paso de la última decada, a finales de los 90 y comienzo del siglo XXI, en unos de los especialistas en la serie b con gran presupuesto, su principal labor es la de entretener, y lo consigue como muy pocos. Con personajes carismáticos y un subidón en el hilo argumental a modo de montaña rusa que va dando sacudidas al espectador. Stephen Sommers da un toque personal a todas sus obras, un humor cutre pero al mismo tiempo sofisticado, una serie de gadgets que van perfilando la historia y los personajes.
Los personajes entran en los cánones de lo tópico, el héroe o antihéroe que se ve forzado a actuar para salvar la situación, la chica independiente y guerrera, y el amigo bromista, además de tipos duros y el malo de turno que aprovecha cualquier ocasión para empeorar la situación.
En el aspecto visual cabe destacar unos espectaculares efectos especiales, destacando en el diseño de las criaturas, un diseño de producción para elogiar, y una cuidadísima fotografía y gran puesta en escena. En el apartado sonoro destaca la banda sonora compuesto por el maestro Jerry Goldsmith, todo un alarda de temas que encajan a la perfección en cada secuencia.
En resumen, Deep Rising es pura diversión, una película que no se avergüenza de lo que es, y que explota su lado más cutre, espectaculares efectos especiales, un excelente trabajo de Stephen Sommers y de todo el reparto que cumplen a la perfección sus roles, la banda sonora y en especial su sentido del humor y ritmo la convierten en una pequeña joya que con el tiempo ira revalorizándose.