martes, 26 de abril de 2011

EL UNIVERSO: MERCURIO

Mercurio es el planeta más cercano al Sol y el segundo más pequeño del Sistema Solar. Tiene una densidad muy elevada y casi el 80% de su masa en un enorme núcleo de hierro. Su superficie está marcada por miles de cráteres y acantilados escarpados que se formaron cuando el núcleo del planeta se enfrió y se contrajo la corteza superficial.


Mercurio casi no tiene atmósfera, pues la gravedad de su superficie es demasiado débil. Al estar tan cerca del Sol y no tener atmósfera, la superficie de Mercurio tiene temperaturas extremas que van desde -180ºC a +480ºC.




UN DÍA CADA DOS AÑOS


El hecho de que Mercurio sea el planeta más cercano al Sol hace que, para mantener una órbita estable, debe girar alrededor de él a más velocidad que los demás planetas. Así pues, Mercurio tiene el año más corto: sólo tarda 88 días terrestres en realizar una órbita completa alrededor del Sol, a una velocidad media de 48 km por segundo.


A lo largo de un año, Mercurio da una vuelta y media sobre su eje, lo que hace que su día sidéreo dura casi 59 días terrestres. Su día solar, medio del alba a alba, dura 176 días.



FORMACIÓN DE LOS CRÁTERES


La superficie de Mercurio está cubierta de cráteres, la mayoría de los cuales formaron hace unos 3.500 millones de años al ser bombardeado el planeta por meteoroides. Pueden medir desde unos metros hasta más de 1.000 km. Los mayores reciben el nombre de cuencas. Los cráteres se caracterizan por la presencia de picos y anillos, pendientes en terraza y líneas de deyección (la matería expulsada por el impacto). Sus características dependen del tamaño, la velocidad y dirección del meteorito.



LA CUENCA DE CALORIS


Con cada diámetro de 1.300 km, Caloris es la mayor cuenca de impacto que se ha descubierto en Mercurio. Está rodeado de anillos concéntricos de montañas surgidos tras el enorme impacto. El sueño de la cuenca, que con el tiempo se ha llenado de lava ahora solificada, está marcado por impactos menores más recientes.


Esta cuenca recibe el nombre de Caloris, porque cuando Mercurio se acerca al Sol, al estar orientada hacia él, se convierte en el lugar más torrido del planeta.